Walter Saxer: El Productor detrás de Fitzcarraldo

Iquitos, Perú – Emprender un viaje a Iquitos, la ciudad amazónica que fue escenario de la épica película Fitzcarraldo de Werner Herzog, era uno de los objetivos principales; entrevistar a Walter Saxer, el enigmático productor que forjó la leyenda junto a Herzog y Klaus Kinski, una obligación.

La Hazaña del Rodaje de Fitzcarraldo

En 1982, en la capital de la Amazonía peruana, se realizó una de las hazañas más ambiciosas del cine: el rodaje de la película Fitzcarraldo, una de las obras legendarias del director alemán Werner Herzog. Detrás de las luces y mitos que rodeó la filmación, se encuentra la figura del productor suizo Walter Saxer, quien fue el encargado de llevar a cabo la obsesión de Herzog, filmar la historia del comerciante cauchero Carlos Fermín Fitzcarrald, quien cuenta la leyenda atravesó un barco de vapor a través de un paso montañoso para abrir nuevas rutas para el negocio del caucho. Herzog quería replicar la hazaña sin efectos ni trucos, Saxer tenía que producirla. Sin embargo, Fitzcarrald, el cauchero, atravesó el barco por partes, Herzog quería hacerlo como el mito, completo y a mano.

RodajeFitzcarraldo Walter Saxer: El Productor detrás de Fitzcarraldo
Rodaje de ‘Fitzcarraldo’, de Werner Herzog. JEAN-LOUIS ALTAN (elmundo.es)

«A DECIR VERDAD, HERZOG NO ES UN BUEN DIRECTOR, HERZOG SIN KLAUS KINSKI ES UN HOMBRE BASTANTE PERDIDO».

La Casa Fitzcarraldo

Walter Saxer vive hace más de 30 años en Iquitos. “La Casa Fitzcarraldo” es su hogar y negocio turístico, un jardín frondoso donde pasean monos y animales exóticos. En medio de este entorno vibrante, destaca una casa en un árbol que capta la atención de todos. En sus paredes cuelgan cuadros y fotografías del rodaje, junto a muchos objetos relacionados con esta epopeya cinematográfica que marcó su vida y la historia del cine.

Lograr una entrevista con Walter Saxer no fue fácil. Tras varios intentos, el suizo de 76 años finalmente aceptó conversar en el patio de su casa y hotel. Este espacio, que alguna vez fue centro de operación de la mítica película alemana, se transformó en un set para nuestra charla.

Walter Saxer, Herzog, Kinski: La Década de los 80 y la Revolución Cinematográfica

La década de 1980 fue una época de gran experimentación en el cine. Aún no existían los medios digitales, por lo que cualquier efecto especial era un oficio artesanal, más aún para el cine independiente y europeo. Werner Herzog, el director de cine alemán, se caracterizó por la exploración de historias con protagonistas cercanos a la locura. Llevó a cabo la filmación de “Aguirre la Ira de Dios”, película que cuenta la historia de un conquistador español en busca del dorado en la selva amazónica, producida por Walter Saxer también. Esta dupla, junto al actor alemán Klaus Kinski, marcaron una época en el séptimo arte, desafiando convenciones del cine comercial, lo que los ha llevado a transformarse en personajes de culto. 

Klaus Kinski, por su lado, era un actor conocido por su genio, temperamento explosivo y personalidad controvertida. Kinski, junto al productor suizo y el cineasta alemán, transformaron sus rodajes cinematográficos en aventuras por sí mismas, donde la realidad y el mito se mezclan.

Un Encuentro Inesperado

Una de sus trabajadoras nos advierte: “Don Walter no da entrevistas, pero si gustan, lo esperan”. Finalmente estrechamos su mano. Es un señor de semblante ameno, tranquilo, educado. Viste de camisa, pantalones y una boina, de caminar cansino, tranquilo, como quién hizo ya todo en su vida. Y vaya que lo hizo.

Saxer conoció a Werner Herzog en España. Era el único que hablaba alemán y español, por esa razón entra en su equipo como productor. Al igual que en estos tiempos, el cine independiente se caracteriza por el pluriempleo de sus trabajadores. Entre 7 a 8 personas bastaban para hacer un largometraje, por lo mismo Walter Saxer, no sólo se encargaba de la producción, sino también, de la sala de postproducción, sincronizando y editando. No estudió en escuelas de cine, en aquellos años, cuenta muy orgulloso: «Se aprendía trabajando». 

Walter Saxer llegó a Iquitos en 1972. Esta ciudad, aislada, solo es accesible en avión o por medio de embarcaciones a través de sus ríos, ya que no existen carreteras que la conecten con el resto del país. En Iquitos, comenzó la producción de la tercera película del cineasta Werner Herzog, Aguirre, la ira de Dios. Cinco años después, Saxer regresó para embarcarse en el rodaje de Fitzcarraldo. En ese momento, vivía en Italia y, como él mismo dice, “aún no pensaba en este lugar más que en un escenario para rodar un largometraje”.

Un rodaje fallido

Fitzcarraldo se filmó en dos etapas, la primera, la que creó Herzog en su cabeza: con Jason Robards como protagonista y Mick Jagger (“The Rolling Stones”) como coprotagonista. El casting, asegura Saxer, “era bastante equivocado por parte de Herzog”. Robards era un actor de más de 60 años, quien al poco tiempo terminó por enfermarse y no logró volver a filmar en Iquitos. Todo lo filmado no se pudo utilizar. 

En una segunda etapa, la producción de Fitzcarraldo incluyó al actor alemán Klaus Kinski, quien había protagonizado Aguirre, la ira de Dios. La inclusión de Kinski no fue una decisión fácil, ya que su violencia era bien conocida por Walter Saxer y Herzog. En el documental Mi enemigo íntimo, dirigido por Herzog, se retrata la complicada relación entre Kinski y el director. Una escena que finalmente quedó en el montaje de Aguirre, la ira de Dios muestra al actor alemán golpeando a sus compañeros con el sable que utilizaba para caracterizarse como conquistador español. Además, en otra ocasión, se relata que Kinski disparó a un extra. Su fama de temperamento explosivo no era un mito.

“Herzog no es un buen director” declara en más de una vez Walter: “Herzog sin Klaus Kinski es un hombre bastante perdido”. Y claro, después de la muerte de Kinski (1991), Herzog no ha vuelto a tener un éxito como con los largometrajes mencionados, y eso que ha trabajado con actores de fama mundial. “Herzog necesitó a Kinski, es un hecho”. 

Es bien conocida la anécdota en la que Klaus Kinski recrimina a Walter Saxer por su trabajo. Durante el rodaje, discutían en diversas ocasiones, pero al mismo tiempo se tenían una gran estima. Juntos llegaron a filmar cinco películas, y Walter lo recuerda como a un amigo. 

El barco y las mentiras de Herzog, según Walter Saxer.

Lo que hizo grande a Fitzcarraldo fue el mito que rodeó la filmación y la epopeya de cruzar un barco, a fuerza de brazos indígenas, a través del istmo de una montaña en plena selva amazónica. Ese barco, llamado “Nariño”, ya tenía su propia historia dentro de la Amazonía: en él se firmó el tratado de paz entre Perú y Colombia en 1942. Treinta y cinco años después, se convirtió en el protagonista de un filme.

Nariño fue testigo, tal vez el más objetivo de todos, de los mitos, verdades y mentiras de Fitzcarraldo. Walter niega rotundamente lo que Herzog afirma en su libro Conquista de lo inútil, donde asegura que murieron indígenas durante el rodaje. Para Saxer, todas estas afirmaciones son invenciones del propio cineasta alemán: “Nada de lo que dice Herzog es verdad”, afirma el otrora productor. “Él ha creado su propio mito desde que comenzó a hacer cine. Ha publicado su diario de filmación de ‘Fitzcarraldo’, ¡y es todo inventado! ¡Todo!”.

También sostiene que, aunque Herzog tuvo un papel, quien realmente transformó esta película fue Klaus Kinski. “En el primer rodaje fallido, la versión de Herzog era un desastre total. Cuando Kinski llegó a la producción, puso las cosas en su lugar. La película que todos vimos es la versión del actor alemán, que, no por casualidad, se convirtió en la película más exitosa de Herzog”.

Fitzcarraldo no es mérito de Herzog.

Fitzcarraldo ganó varios premios a Mejor Película y, en poco tiempo, ya entraba en la categoría de culto en la historia del cine. Pero para Saxer, Herzog no tuvo ningún mérito para llevarse la gloria. «El director alemán tuvo un rol mediocre, Klaus Kinski comenzó a dirigirse solo y en variadas ocasiones echó a Herzog del rodaje: ‘Lárgate de aquí! Yo voy hacer esto bien'», recuerda de manera histriónica imitando a Kinski. Asegura luego que Herzog necesitaba al actor, y como era un mal director, debió inventar anécdotas para armar su historia. Recuerda un par, como que Herzog había amenazado a Kinski con un arma, cuando él nunca tuvo una. O el invento, continúa Walter, en donde se dice que los indígenas le habían ofrecido a Herzog matar al actor, cuando, asegura el productor, él nunca tuvo relación ni comunicación con ellos. “Difícilmente le podrían haber ofrecido eso”, termina Walter.

Sin embargo, lo que sí podría ser verdad, y reconoce con orgullo, debe ser la producción más difícil jamás hecha en la historia del cine. Más de 600 indígenas, un equipo técnico pequeño, en medio de la Amazonía, con todo lo que significa filmar en ella, y un presupuesto reducido, para estos tiempos, sería imposible realizarla. “No podías hacer un modelo a escala o algo similar, teníamos que jalar un barco, a mano, de más de 300 toneladas a través de un monte y no tenías ayuda de computadores, ni efectos de hoy en día”. Sin lugar a dudas, es esta la razón de porque Fitzcarraldo es Fitzcarraldo.

El legado de un grupo de cineastas

Es una prueba de voluntad humana, dentro de un contexto cinematográfico, en uno de los lugares más agrestes del planeta. La odisea de un puñado de tipos que rosaban la locura, una aventura nacida desde el amor al séptimo arte, para transformarlo en una de las escenas más épicas del cine. Es el trabajo artístico de Herzog, Saxer y Kinski, con la fuerza de cientos, para el disfrute de millones.

Burden-of-Dreams Walter Saxer: El Productor detrás de Fitzcarraldo
https://www.sensesofcinema.com/2016/cteq/burden-of-dreams/

Walter Saxer es parte de la historia del cine. Sus películas se enseñan en las escuelas de cine y audiovisual, por todo el mundo. Ha sido marcado por sus films como ha marcado el cine con ellos. Vive a la sombra de Herzog, no duda en hablar mal de él y en sus palabras denota esa relación quebrada hace años. Finalmente ante la pregunta de que si le gusta ser él, Walter Saxer, el productor de películas legendarias, antes de hablar de él, habla primero, como es la tónica, del director alemán: “Si Herzog se quiere llevar la gloria, ese es su problema. Yo en el fondo sé lo que he hecho y lo que hizo Herzog. Para mí, eso es suficiente”

Estrecha su mano con la mía – “Muchas gracias, Don Walter, la última pregunta, si me lo permite ¿Le gustan las entrevistas?

No.

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Walter Saxer, posando posterior a la entrevista. Fotografía: Jorge Roa. Asistente: Jorge Arellano

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